Para que tus hijos te hagan caso sin gritos ni regaños debes usar la disciplina positiva
Durante sus primeros años de vida, tu pequeño alcanzará hitos de desarrollo que son esenciales para su crecimiento. En esta etapa nacerá su curiosidad y despertarán sus ganas por descubrir las maravillas del mundo.
Para que crezca adecuadamente y tenga una infancia feliz, resulta fundamental que lo eduques en un entorno amigable que proteja su salud mental e incremente su autoestima.
De acuerdo con los especialistas, la mejor forma de educar a los hijos y enseñarles a seguir órdenes es a través de la disciplina positiva. ¿Sabes de qué se trata?
Disciplina positiva: qué es
La organización Disciplina Positiva España lo define como un modelo educativo que busca ayudar a los adultos a entender el comportamiento de los niños, desde una perspectiva amorosa y empática.
Según los expertos, es una metodología que se basa en el respeto mutuo para generar mejores lazos afectivos y disminuir la mala conducta.
En otras palabras, se trata de educar desde la autoestima y los derechos humanos evitando dinámicas violentas que impliquen gritos, regaños y/o golpes.
Claves de la disciplina positiva
Acorde con la Dra. Jane Nelsen, para obtener todos sus beneficios y mejorar la convivencia familiar, es clave que los padres modifiquen algunas prácticas educativas y sigan 6 fundamentos principales.
Te los mostramos a continuación.
#1 Encuentra el momento ideal
Antes de regañar a tu hijo por una travesura, es importante que evalúes su estado emocional y replantees si es un buen momento para llamar su atención.
Por ejemplo, si le das una orden y él se siente triste, enojado o ansioso es probable que reaccione negativamente y sea más difícil resolver la situación.
En cambio, el Child Mind Institute sugiere que lo lleves a un lugar silencioso y esperes hasta que logre calmarse por completo. Una vez que regrese a la normalidad, podrás platicar con él tranquilamente y será más fácil que siga tus órdenes.
#2 No pierdas la calma
Usar un tono de voz relajado y evitar decir groserías o insultos, son factores esenciales para que tu hijo pueda entender una orden adecuadamente, menciona WebMD.
Al comunicarte con él de forma asertiva, estás demostrando que existen otras formas de solucionar conflictos y que no es necesario alzar la voz para expresar nuestras ideas.
Eventualmente, esto aumentará su resiliencia emocional y mejorará su comportamiento.
#3 Sé clara y precisa
Los niños no son adivinos. Dile exactamente qué es lo que tiene que hacer y explícale las veces que sea necesario; si recibe una buena orientación, es probable que la próxima vez pueda hacerlo sin necesitar ayuda.
Según Raising Children, utilizar frases cortas y sencillas es un excelente recurso para que tu hijo entienda rápidamente y realice sus tareas sin complicaciones.
#4 No lo agobies
Al igual que los adultos, ellos también se cansan y estresan. Para evitar que esto pase, Kids Health recomienda llevar una lista de tareas que incluya lapsos de 10 a 20 minutos para que pueda distraerse o descansar.
Acorde con los expertos, el estrés en exceso puede ocasionar pesadillas, cambios de humor, mala conducta y enfermedades mentales. Consideralo.
#5 Estímulos positivos
Antes de lanzar un regaño u orden, empieza con una frase que tu hijo pueda captar fácilmente y lo haga sentir animado. Por ejemplo: «Mi amor, estoy segura de que eres muy inteligente y capaz, ¿por qué no me ayudas a recoger tu habitación?».
De esta forma, aumentarás su confianza y sabrá que es capaz de cumplir otras tareas u objetivos.
#6 Reconoce su comportamiento
Siempre que tu hijo siga una orden o sea capaz de modificar una conducta inadecuada, es muy importante que lo felicites y reconozcas su habilidad para recibir retroalimentación.
En la infancia, particularmente, este factor es clave para aumentar su autoestima, darle una sensación de bienestar y demostrar que es un niño inteligente, responsable y lleno de aptitudes.
Ya que conoces todas estas recomendaciones, asegúrate de brindarle un entorno atractivo que lo anime a seguir aprendiendo e impulse sus capacidades socioemocionales.
De esta forma favorecerás su crecimiento y lo ayudarás a recibir las etapas que están por venir con todos los conocimientos necesarios, ¡qué emoción!
¿Y tú, cómo impulsas el desarrollo de tu pequeñito? Comparte tus mejores tips en los comentarios.
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