Stan Lee quería que Iron Man fuera odiado: el superhéroe tiene un oscuro origen
Desde hace años, Iron Man se coronó como uno de los superhéroes de Marvel más queridos de todos los tiempos. Además, Robert Downey Jr. lo convirtió en el favorito de millones e incluso en el rostro principal del MCU, después de todo fue quien comenzó este exitoso universo y nos cautivó desde el inicio. No obstante, en los orígenes, Stan Lee pensó a Iron Man como un personaje que fuera odiado por los lectores. Te explicamos.
Iron Man fue creado para ser odiado
En los sesenta, Stan Lee se retó a si mismo e intentó crear un personaje que los lectores odiaran. En ese momento, la Guerra Fría había ocasionado que todo lo relacionado con conflictos bélicos, armas y avaricia experimentara una respuesta negativa por la sociedad en general.
Con esto en mente, Lee creó un personaje que representara todas las cosas malas de la guerra ¿El resultado? Tony Stark, aka Iron Man.
Sin embargo, no sólo se trataba de que Iron Man reflejara todo aquello que en esos momentos –y en general– es mal visto por las personas, sino que el verdadero desafío era hacer que este personaje 'odiado' se ganara a los lectores.
Una historia de redención, llena de actos heroicos y con un par de decisiones cuestionables pero que en el fondo indicaban que Tony estaba listo para abrazar su lado de superhéroe más que el de un hombre millonario que sólo busca conseguir el beneficio personal, poco a poco alejaron a Stark del militar y 'mal tipo'.
Hoy tenemos al «genio, millonario, playboy, filántropo» favorito de muchos que no sólo se ganó el amor de los lectores de cómics sino también el corazón de millones de personas que amaron cada minuto de Iron Man en la gran pantalla y lloraron su muerte con el acto más heroico de Stark y su memorable frase «I'm Iron Man» (Yo soy Iron Man).
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