Un misterioso militar de alto rango de México pactó con traficantes colombianos, según EEUU
El caso penal que envió a la cárcel a un oficial de inteligencia del Ejército de Colombia ha sembrado la duda sobre quién era el “corrupto militar de alto rango de México” que supuestamente se reunió con un narco colombiano con el fin de alcanzar un oscuro acuerdo para traficar cocaína por ese país.
Al momento las autoridades no han revelado el nombre de ese oficial de las Fuerzas Armadas mexicanas.
El Departamento de Justicia (DOJ) no ha informado sobre cargos contra ningún mando militar mexicano desde finales de 2020, cuando señaló por narcotráfico al general Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018). Aunque semanas después retiró la acusación y lo devolvió a su país, donde lo exoneró casi de inmediato la Fiscalía azteca.
En el proceso judicial contra Fabián Humberto Tovar Caicedo, de 41 años y quien era sargento del Servicio de Inteligencia del Ejército Nacional de Colombia, se menciona que un narcotraficante viajó a México exclusivamente para sostener un encuentro con el militar en cuestión.
“La cocaína iba a ser enviada a México y un miembro del cartel fue enviado a México para negociar la recepción de la cocaína con un corrupto militar de alto rango mexicano”, se lee en un memorando de sentencia que fiscales del Distrito Este de Virginia enviaron a una corte federal el pasado 11 de abril.
No está claro si el pacto criminal se concretó y la mercancía finalmente llegó a México. De acuerdo con el gobierno, el período de la conspiración abarcó por lo menos desde agosto de 2017 y hasta abril de 2018, en la recta final del sexenio de Peña Nieto.
Se alega que Tovar Caicedo y un cómplice intentaban formar su propio cartel de drogas y querían tener de su lado al misterioso militar mexicano y a policías portuarios de Colombia que ya habían sobornado.
La organización criminal para la cual trabajó Tovar Caicedo trató de enviar más de dos toneladas de cocaína desde el puerto colombiano de Santa Marta. La mercancía, que se dirigía a Veracruz, México, fue confiscada por las autoridades colombianas el 27 de marzo de 2018.
Ese mismo año, en un hotel de Bogotá, este y un cooperante del gobierno de EEUU acordaron trabajar con un sargento portuario de Santa Marta para enviar varios cargamentos de entre una y 10 toneladas de droga a México. Sus asociados también intentaron enviar 1.7 toneladas de cocaína a Guatemala en julio de 2017, se describe en la acusación.
Tovar Caicedo fue arrestado el 31 de mayo de 2021 y estuvo varios meses en la cárcel La Picota de Bogotá, hasta que lo extraditaron el 9 de septiembre de 2022.
El militar ofreció exponer a los informantes de la DEA
A finales de abril, Tovar Caicedo fue sentenciado a 12 años de prisión por su participación en una conspiración para traficar cocaína. Fue justo el castigo que pedía el Departamento de Justicia.
Los fiscales aseguran que este militar se encargó de reclutar a funcionarios portuarios aliados al narco, coordinó reuniones para facilitar el trasiego de droga en contenedores, dio los primeros pasos para enviar mercancía por su cuenta, ofreció a traficantes usar sus conexiones para obtener la lista de cooperantes de la agencia antinarcóticos DEA, se comprometió a obtener el mismo tipo de celulares que utiliza dicha agencia estadounidense y dijo que daría un curso sobre comunicaciones encriptadas.
“Tal corrupción golpea el corazón de la capacidad del gobierno de Colombia para atacar el suministro transnacional de drogas, así como la estrategia general de Estados Unidos para combatir el crimen organizado transnacional”, advirtieron los fiscales en el memorando de sentencia.
“Si la policía no hubiera arrestado a los cómplices poco después del envío fallido (de droga) el 27 de marzo de 2018 y si el acusado hubiera proporcionado la lista de cooperantes de la DEA que ofreció, habría puesto a esas personas en grave riesgo de perder la vida”, se lee en el documento.
Por tal razón, el DOJ subrayó que Tovar Caicedo había cometido “un delito muy grave que merece una sanción significativa”.
El acusado, quien fue entrenado por el gobierno de EEUU para combatir al crimen organizado, se declaró culpable en un tribunal de Virginia y pidió un castigo menos duro, de 10 años de prisión.
La abogada defensora Lana Manitta aseguró en un memorando de sentencia que su cliente solo fue un “intermediario” en la conspiración, que por medio de un familiar ó a los policías corruptos y que solo “fanfarroneó” cuando ofreció revelar quiénes eran los informantes de la DEA.
“No conoció ni sedujo a esta persona por medio de su cargo en el Ejército de Colombia”, escribió Manitta sobre el agente aduanal de Santa Marta que reclutó. “No suministró, preparó, empaquetó, cargó, envió, transportó o movió personalmente (la cocaína) a Estados Unidos… La cantidad que le pagaron, ya sea uno o dos millones de pesos colombianos, es menos de 600 dólares en el mejor de los casos”, agregó.
En otro caso relacionado se menciona que José María Fragoso D'Acunti, quien fue parte de la Policía Nacional de Colombia, identificó y sobornó a funcionarios del puerto de Cartagena, Colombia, para ocultar cocaína en contenedores y enviarla a Europa.
En noviembre de 2018, en el puerto de Savannah, en el estado de Georgia, oficiales aduanales incautaron 516 kilos de la droga que se dirigían a Bélgica. El cargamento fue mezclado con piñas.
Un mes después, en el mismo puerto de Georgia, se confiscaron otros 205 kilogramos de cocaína enviados desde Cartagena y que igualmente trataban de llegar a Bélgica. Esa vez, ocultaron la droga en un contenedor con limas.
Se cree que Fragoso D'Acunti pagó un soborno de más de 300,000 dólares a un oficial de seguridad portuaria por ambos envíos.
Este narco y sus cómplices Fabián Andrés Leyton Vargas y Antonio Aldemar Ávila Acevedo ya fueron condenados a 12 años de prisión. Otro imputado, José Mauricio Castañeda Garzón, recibió una sentencia de siete años y cuatro meses de encarcelamiento.
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