Cómo una compra en Walmart llevó a ICE hasta el sofisticado narcotúnel en la frontera
Dos mujeres estacionaron su auto en la parte trasera de una tienda Harbor Freight en San Diego, California, para sacar cajas de cartón que estaban dentro de un contenedor de basura. Más tarde entraron al negocio a comprar un carrito con ruedas usado para mudanzas. Dejaron todo en una casa de National City y una de ellas fue a un supermercado Walmart para adquirir más cajas de cartón.
La que parecía una actividad completamente normal ayudó a que policías federales descubrieran la salida de un sofisticado narcotúnel de 1,744 pies de largo, 61 pies de profundidad, 4 pies de diámetro y que tenía paredes reforzadas, un sistema de rieles, electricidad y ventilación artificial.
Y es que esas mujeres espiadas, Vanessa Ramírez y Luz de Luna Olmos, compraron y llevaron las cajas y el carrito hasta una bodega en una zona industrial en Otay Mesa, en la cual termina el túnel. El almacén está ubicado en 9986 Via De La Amistad, a unos a 300 pies al norte de la valla fronteriza.
El túnel se inicia en una humilde casa localizada sobre la calle Sor Juana Inés de la Cruz en Tijuana, México. Está frente a una maquiladora y a unas cuadras de la garita fronteriza Otay Mesa. La vivienda fue asegurada por efectivos del Ejército mexicano, de acuerdo con reportes de prensa.
El Distrito Sur de California de la Fiscalía federal presentó cargos de narcotráfico contra Ramírez, Olmos y otros cuatro presuntos distribuidores de narcóticos, quienes están bajo custodia federal desde el 16 de mayo.
“Ya no hay luz al final de este narcotúnel”, dijo el fiscal federal Randy Grossman en una conferencia de prensa el lunes. “Derribaremos todas las rutas subterráneas de contrabando que encontremos para evitar que las drogas ilícitas lleguen a nuestras calles y destruyan a nuestras familias y comunidades”.
1,700 libras de cocaína incautadas
Gustavo Valdivia, agente de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), una entidad bajo la directriz del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), indicó en una declaración jurada que ambas mujeres eran espiadas porque un decomiso de 61 libras de cocaína los llevó hasta una casa en National City donde ellas operaban.
Cuando siguieron a Ramírez hasta la bodega de Otay Mesa el 12 de mayo supieron que se trataba del túnel de algún cartel, que hasta ahora no han nombrado las autoridades.
El auto en el que viajaba ella entró al almacén y una cortina metálica subió y bajó en un par de segundos para ocultar lo que sucedía en su interior. A las 4:40 pm salió el coche y Ramírez volvió a la residencia en National City. Detrás de ella salió una camioneta Ford blanca que se dirigió al mismo domicilio.
Esa tarde, los agentes observaron que otros cinco vehículos entraron y salieron del almacén y de la vivienda en National City, ubicada en la calle Cuarta. Todos fueron detenidos por policías. El operativo concluyó con la incautación de 1,762 libras de cocaína, 164 de metanfetamina y 3.5 de heroína.
Uno de los arrestados, Mario Jaramillo, de 55 años y vecino de Huntington Beach, itió que transportaba narcóticos al condado de Los Ángeles y que le pagaban unos 1,200 dólares por viaje.
Por su parte, Luz de Luna Olmos, de 43 años y residente de San Diego, aseguró a los investigadores que ella ayudó a armas cajas de cartón, pero que sabía las usaban para transportar marihuana.
Otros dos detenidos, Manuel Pérez, de 49 años y de San Diego; y Adrián Enriquez, de 31 años y residente de Perris, negaron saber que había droga dentro de las cajas que llevaban.
Desde 1993, en el sur de California se han descubierto 90 narcotúneles, de los cuales 27 tenían sistemas para optimizar su uso. Desde marzo de 2020 no habían encontrado uno de esos pasadizos en la zona.
Esta operación es resultado de una investigación realizada por el Equipo Especial San Diego Costa Pacifico contra el Lavado de Dinero, formado por agentes de HSI, la istración para el Control de Drogas (DEA), la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y los alguaciles de San Diego.