3 momentos en que republicanos trataron de bloquear las políticas migratorias de Biden mientras criticaban la situación en la frontera
La decisión de un juez federal de Texas de pausar esta semana el llamado 'parole in place', programa para ofrecer estatus legal a algunos indocumentados que fueran parejas de ciudadanos de EEUU, supone un nuevo revés a las políticas con las que el gobierno de Joe Biden trata de gestionar y ordenar la situación migratoria en el país.
El presidente Biden anunció el programa en junio. La pausa, que se prolongará durante al menos dos semanas mientras prosigue la impugnación, se produce una semana después de que el Departamento de Seguridad Nacional comenzara a aceptar solicitudes.
El fallo judicial llegó después de que el programa fuera impugnado por 16 estados, encabezados por fiscales generales republicanos, que alegaban que la política fomentaría la inmigración ilegal a EEUU.
No es, sin embargo, la primera medida bloqueada por iniciativa de los republicanos.
Pese a que el partido de Donald Trump critican con dureza la situación en la frontera y llama a poner en marcha políticas migratorias más duras, no apoyan las propuestas del gobierno ni cuando parecen cumplir también sus demandas y expectativas, como fue el caso de la Ley Fronteriza Bipartidista que no pudo ser aprobada en el Senado pese a que ambos partidos habían logrado un acuerdo previo.
Tras esta enrocada postura, no son pocos quienes apuntan a una estrategia por parte de los republicanos para —más que con el fin de buscar soluciones— presionar al gobierno con la crisis en la frontera y seguir haciendo de la inmigración uno de los puntos principales de su discurso crítico con el ejecutivo de Joe Biden.
Estas son tres de las medidas migratorias más importantes de la istración Biden que fueron siempre rechazadas o incluso llevadas ante la Justicia por los republicanos:
1. El parole humanitario para migrantes de Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua
Los republicanos ya habían intentado frenar el programa que desde finales de 2022 permite la entrada a EEUU de hasta 30,000 solicitantes de asilo al mes procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Se trata de una de las medidas más importantes del gobierno de Biden para tratar de fomentar la migración por vías legales.
Los interesados podían obtener hasta dos años de permiso de trabajo y residencia legal en EEUU si contaban con un patrocinador en el país.
Precisamente este requisito dio lugar a que se detectaran supuestos fraudes por parte de personas que trataban de patrocinar cientos o incluso miles de peticiones. Es por ello que el Departamento de Seguridad Nacional decidió suspenderlo temporalmente a inicios de este mes mientras se revisan los procedimientos.
Sin embargo, antes los republicanos trataron de paralizarlo definitivamente, desde su inicio. Texas y otros veinte estados gobernados por este partido demandaron al gobierno federal porque aseguraban que el programa les obligaba a invertir grandes sumas en atención médica, educación y seguridad de los migrantes.
Pese a sus intentos, un juez federal desestimó en marzo la demanda y decidió mantener el programa en marcha al considerar que los estados no habían podido demostrar que la iniciativa les supuso daños significativos.
Los defensores de la medida del gobierno federal replicaron que los inmigrantes itidos a través de esta política ayudaban a aliviar la escasez de mano de obra agrícola en Estados Unidos.
2. La oposición de Texas a la app CBP One
Pocos meses después, el gobierno de Biden puso en marcha la aplicación CBP One como otra medida con la que tratar de gestionar la inmigración tras el fin del Título 42, que durante la pandemia prohibía a los migrantes solicitar asilo en los puntos de entrada y expulsaba de manera exprés a muchos de quienes entraban de manera ilegal a EEUU.
Esta app fue la herramienta puesta en marcha para alentar a los migrantes a pedir sus citas en línea para solicitar asilo con antelación y de manera ordenada, sin necesidad de trasladarse a la frontera.
Desde que se puso en marcha a comienzos de 2023, la app recibió grandes críticas por los problemas tecnológicos que presentaba y porque la demanda superaba con creces el número de citas diarias disponibles. Sin embargo, estos puntos no fueron los que llevaron a los republicanos a también llevar la medida ante la Justicia.
Pocos meses después de su entrada en vigor, el estado de Texas demandó al gobierno federal alegando que el uso de CBP One alienta a las personas a migrar a EEUU incluso si no tienen los argumentos legales para quedarse.
“El gobierno de Biden concibió deliberadamente esta app con el objetivo de preaprobar ilegalmente a más extranjeros para entrar al país y que vayan a donde les plazca una vez que lleguen”, dijo entonces el fiscal general de Texas, Ken Paxton.
Texas argumentó que, según la ley federal, las personas que entren ilegalmente al país deberían ser repatriadas salvo raras excepciones, pero que la app no verifica si los migrantes que separan citas serían acreedores de esas excepciones.
Igualmente, el estado también alegó que debe enfrentar una carga financiera por los migrantes que entran al país por cuestiones como atención médica o educación.
Sin embargo, CBP One sigue funcionando y, de hecho, también se puede utilizar desde el sur de México desde hace unos días.
3. La sombra de Trump tras el revés de los republicanos a la ley fronteriza bipartidista
Sin embargo, probablemente el proyecto migratorio más sonado que no pudo salir adelante por la oposición republicana es el acuerdo bipartidista en el Senado con el que el gobierno quiso impulsar el refuerzo de la frontera.
El debate sobre este plan de endurecimiento de la política migratoria se prolongó durante meses hasta que demócratas y republicanos alcanzaron un acuerdo, dado que ambas bancadas coincidían en su preocupación por el aumento de inmigración indocumentada y la necesidad de recomponer el sistema migratorio.
El proyecto contemplaba una partida presupuestaria de más de $14,000 millones para reforzar la seguridad en la frontera con México mediante la contratación de nuevos agentes federales, combate al narcotráfico y tráfico de personas, deportaciones y compra de tecnología avanzada en los puertos de entrada.
Sin embargo, el programa fue finalmente rechazado en el Senado hasta en dos ocasiones este año por los republicanos.
Tanto demócratas como republicanos que participaron en la redacción del plan aseguraron que fue la presión de Donald Trump la responsable de que su partido no apoyara el plan. Así querría dejar prácticamente sin opciones en la frontera a Joe Biden y seguir justificando el discurso antiinmigrante del expresidente, que promete reinstalar su política de ‘tolerancia cero’ si regresa a la Casa Blanca.
“Los republicanos cambiaron su apoyo a la ley fronteriza bipartidista, un movimiento político cobarde para ayudar al expresidente Donald Trump y sabotear los esfuerzos de los demócratas para asegurar nuestra frontera”, dijo el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer
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