Una tormenta solar podría impactar a la Tierra jueves o viernes, ¿hay algún riesgo?
Aún faltan poco más de 4 meses para que el 2020 llegue a su fin y no es disparatado decir que ha sido uno de los años más difíciles para la humanidad, al menos de las últimas décadas.
No sólo nos enfrentamos a la pandemia de COVID-19, también presenciamos la erupción del volcán Sinabung. A esto se suma una tormenta solar que podría impactar la Tierra, ¿qué debemos saber al respecto?
Desde hace algunos días se está produciendo una tormenta en el entorno del sistema solar.
Se trata de una eyección de masa coronal, una onda de radiación y viento que se desprende del Sol durante la Actividad Máxima Solar, según información del medio especializado Space Weather.
El fenómeno podría llegar a la Tierra durante el transcurso del jueves 20 de agosto o viernes 21, lo que ha alarmado a la población por temor a que suceda una catástrofe.
Por fortuna, los expertos ya han dado una explicación sobre la posibilidad de que esto ocurra.
Los científicos indican que la tormenta es de rango G1, es decir, el más bajo de la clasificación; por ende, no representa un riesgo catastrófico para nuestro planeta.
No obstante, sí podría haber algún tipo de consecuencia.
Se ha anticipado que, en el peor de los casos, el evento provocará afectación en los sistemas eléctricos y de telecomunicaciones, generando problemas en la señal de radio y de la comunicación por satélite.
Eso ocurrirá sólo si entra por el hemisferio sur; pero si ingresa por el norte, rebotaría por la magnetosfera, por lo que su paso sería imperceptible.
También es posible que se manifiesten auroras boreales en zonas alejadas de los polos, en regiones como Northumberland y Norfolk del Reino Unido; Maine, Minnesota y Washington en Estados Unidos, y el sur de Nueva Zelanda y Tasmania.
La eyección podría presentarse al mediodía de este 20 de agosto, o en el transcurso del 21 de agosto.
Cabe destacar que la Tierra posee un campo magnético que impide el paso de partículas dañinas y cargadas del viento solar.
La tormenta solar más extrema que ha afectado al planeta ocurrió en 1859, y fue nombrado como El evento Carrington, debido a que fue descubierto por Richard Carrington.
En esa ocasión, el campo magnético se deformó, con lo que ingresó una llamarada solar que provocó inmensas auroras boreales y cortes en la red de telégrafo transoceánica.
No obstante, es muy poco probable que vuelva a presentarse un suceso similar. Además, existen misiones espaciales que vigilan la actividad solar para predecir este tipo de fenómenos.
Por el momento, no hay de qué preocuparse.
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