La bóveda del fin del mundo: ¿lo que almacena es suficiente para afrontar una pandemia?
¿Te imaginas qué pasaría con la comida ante una crisis mundial? ¿Cómo lograríamos sobrevivir?
Tal como en una película de ciencia ficción, cerca del polo Norte, en el archipiélago noruego de Svalbard, se encuentra una construcción que podría ayudar a la humanidad ante una catástrofe.
La Bóveda Global de Semillas de Svalbard, mejor conocida como la ‘bóveda del fin del mundo’, es un almacén de seguridad que resguarda más de un millón de muestras de semillas de todos los rincones del mundo.
Esta cámara, construida a unos 130 metros de profundidad en tierras congeladas, fue diseñada para soportar el paso del tiempo y resistir a desastres naturales —como erupciones volcánicas— y catástrofes humanas —como bombas nucleares—.
El Arca de Noé vegetal
Ante la vulnerabilidad que pueden tener los bancos de genes, el gobierno noruego, el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos y el Banco Genético Nórdico tuvieron la idea de establecer un almacén de respaldo, en caso de que algún día los cultivos estén en peligro de desaparecer.
De acuerdo con información de la página oficial de la bóveda, el propósito de la también llamada ‘Arca de Noé vegetal’ es guardar duplicados de semillas de colecciones de cultivos de todas las partes del mundo, para preservar la agricultura.
El archipiélago noruego fue el destino elegido para el almacén, ya que es una zona remota que presenta temperaturas bajo cero la mayor parte del año y, en verano, no supera los 5 grados.
Lo anterior ayuda a preservar a las semillas congeladas y en buen estado, aún sin energía eléctrica. Asimismo, sus cajas de aluminio se mantienen a 18 grados bajo cero, para que se conserven intactas durante mucho tiempo.
Sus características
La bóveda tiene capacidad para almacenar 4.5 millones de variedades de cultivos. Cada una de ellas tendrá aproximadamente 500 semillas, por lo que se puede resguardar un máximo de 2.5 mil millones.
Además de su gran capacidad, presume de guardar todo tipo de semillas: desde los alimentos básicos como el maíz, arroz y trigo, hasta otras variedades como berenjenas, lechuga, cebada y papa.
El objetivo es salvaguardar la mayor cantidad posible de cultivos del mundo, evitando duplicarlos innecesariamente para garantizar la conservación y disponibilidad de la diversidad de semillas, para la seguridad alimenticia de todo el mundo.
Entre los países que más han donado especies para su conservación aparece México con 142 mil, India con 76 mil y Estados Unidos con 47 mil. Además de semillas, son muchas las naciones que han aportado económicamente.
Si quieres hacer un recorrido virtual por las entrañas del almacén, da clic aquí.
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