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Ciencia y Tecnología

El eslabón perdido de las bacterias podría dar pistas sobre el origen de la vida en la Tierra

Publicado 24 Ago 2020 – 07:07 PM EDT | Actualizado 24 Ago 2020 – 07:07 PM EDT
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Científicos japoneses cultivaron una bacteria durante 12 años para estudiar su linaje genético y los resultados podrían dar pistas sobre la evolución de la vida en la Tierra.

Las células que forman a los seres vivos están divididas en tres ramas principal: eucariotas, bacterias y arqueas.

Las eucariotas son el componente de todos los organismos que existen, incluidos los humanos. Las bacterias son microbios familiares que se presentan en distintas formas y las arqueas son parecidas, pero tienen comportamientos diferentes y son menos conocidas.

Las teorías científicas señalan que las eucariotas, que son las forma más evolucionada de los organismos unicelulares, surgió a partir de la interacción entre arqueas y bacterias.

Incluso se ha teorizado sobre cuál fue la arquea específica causante de la evolución, pero en realidad era un eslabón perdido en el mundo microscópico.

Las teorías llevaron a los científicos a rastrear el origen genético de tales arqueas y una expedición en el fondo del océano arrojó muestras de ADN similares a las eucariotas.

La arquea fue nombrada Lokiarchaea porque fue encontrada cerca del Castillo de Loki, en una zona de agua hidrotermal en las profundidades.

En teoría, Lokiarchaea sería el eslabón perdido entre las arqueas y las eucariotas; sin embargo, el estudio nunca fue aceptado por completo porque las muestras de ADN podrían estar contaminadas.

Las arqueas provienen de ambientes externos, en los cuales la tasa de reproducción es extremadamente baja y nadie había sido capaz de replicarlas de manera artificial.

Durante doce años, investigadores japoneses cultivaron muestras de Lokiarchaea en un tanque especial para replicarla y demostrar que era el verdadero eslabón perdido.

Los científicos obtuvieron muestras del lecho marino y la colocaron en una cámara especial que imitaba la presión profunda y la exposición al metano.

De acuerdo con la investigación, las arqueas tardaron cinco años en reproducirse en cantidades detectables. Un año después, separaron a los microbios en tubos para desarrollar nuevas colonias.

Una vez que hubo suficientes arqueas, se llevó a cabo un estudio de ADN que confirmó que los microbios cultivados eran Lokiarchaea.

Doce años después, había una cantidad de microbios suficiente para realizar una prueba sofisticada y el ADN reveló que Lokiarchaea tiene genes similares a las eucariotas.

El estudio confirmó la teoría de que las arqueas y bacterias interactuaron en algún momento de la evolución para dar vida a las eucariotas y Lokiarchaea era el eslabón perdido.

El resultado dio pistas a los investigadores sobre la evolución de las bacterias y cómo tomaron una nueva forma que dio origen a vida más compleja en la Tierra.

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