Señales de que tu hijo se convierte en adolescente
El varón ya no juega con sus figuras de acción y la niña dejó guardadas las muñecas. Atrás quedó la época en la que nos pedían casi al borde de las lágrimas que les compráramos esos juguetes. Ahora, si les recordamos jugar con ellos, nos miran como si estuviéramos locos. ¿Qué les pasó a nuestros hijos? Les llegó la adolescencia.
El mundo para ser adolescente
Las cosas han cambiado tanto que, si no nos actualizamos, podemos cometer el error de quedarnos en el tiempo aplicando consejos de nuestros padres que poco podrán ayudarnos en éste aspecto. Hoy en día los niños se encuentran a las puertas de la adolescencia con tan solo 10 años (las niñas a los 7 u 8 años), todo se ha adelantado y mucho.
No se trata solo de evolución, sino que también los pre adolescentes se ven afectados por la gran influencia social y cultural. En países como España, los niños de 12 años y muchos que aún no los han cumplido, comienzan el secundario rodeados de cientos que tienen hasta 4 y 5 años más que ellos.
La publicidad, los medios de comunicación y otros factores también hacen lo suyo; fíjate en las tiendas de ropa para niños y niñas, ¿cuántos modelos de los que se exhiben son apropiados para un adolescente de 13 años? Pocos, muy pocos.
De la niñez a la adolescencia
Los primeros signos de que un hijo se está convirtiendo en adolescente son físicos, cambia su tono de voz (en los varones puede tonarse más grave, en las niñas menos agudo), y comienza el crecimiento del vello en zonas donde hasta ahora no había. En el caso de los varones, el vello comienzo a crecer en sus axilas, genitales, pecho y cara, mientras que en las niñas crece en sus genitales y en las axilas.
También cuentan como cambios de transformación en la adolescencia los síntomas emocionales que muchas veces a los padres nos resultan violentos, desagradables y sin mucho sentido, pero ahí están y es bueno conocerlos para que podamos comprender mejor a “nuestros peques” que de eso ya tienen muy poco.
No te sorprendas si…
- Su habitación es un total desorden.
- Le preguntas qué tal ha ido su día y te mira como si hubieras preguntado algo terrible.
- Te pide que no le preguntes tanto con respecto a todo.
- Se ducha sin que se lo pidas, con más frecuencia y demora mucho tiempo en salir del baño.
- Lo sorprendes mirándose al espejo con frecuencia, probando nuevos peinados.
- Notas un cambio en su vocabulario y también en su forma de vestir (hay ropa que ya no quiere usar).
- El perfume que usa se puede oler a una calle de distancia.
Padres vs. hijos adolescentes
De alguna forma parece que todo toma dimensiones más grandes, los castigos que antes utilizabas ya no son efectivos, ahora tienes que decirle: “Si no ordenas tu cuarto, te quito el móvil o no tienes internet”.
Llega un momento en el que parece que hablas con tu hijo más por mensaje de texto que en persona. Esto creo que es algo que no se puede permitir desde un primer momento. Y en lo que refiere a un primer momento, todo aquello que se escape de tus manos antes de que tu hijo sea un verdadero adolescente, será difícil de imponer luego. Me refiero a límites de horarios, salidas, quehaceres domésticos, tareas y actividades escolares y extra-escolares.
No lo dejes para más tarde, habla con tu hijo antes de que sea todo un adolescente y establece normas para que la convivencia en ésta difícil e inolvidable etapa sea lo más armónica posible.
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