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ADN

Los ojos de tu bebé podrían ser verdes aunque los tuyos sean cafés: aquí la explicación

Publicado 9 May 2021 – 11:37 AM EDT | Actualizado 28 May 2021 – 10:45 AM EDT
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Cuando se anuncia la llegada de un nuevo bebé, todos los de la familia comienzan a deducir su apariencia con base en las características físicas de los padres.

Casi todos los rasgos pueden dejarse a la clásica probabilidad del 50 / 50, pero cuando se trata del color de los ojos, no es una tarea tan sencilla.

Los conocimientos de genética que se otorgan en los niveles más básicos, enseñan que nuestra apariencia se define por los componentes dominantes y recesivos del ADN.

No obstante, la realidad es que la genética funciona de manera mucho más compleja que ese principio, y a pesar de los populares gráficos con porcentajes que rondan en el Internet, no existe nada "definitivo" en cuanto al color de los ojos.

Para empezar, el sitio especializado Genetics Home Reference (de la National Library of Medicine-NLM) y estudios concretos como el del King's College London, comienzan su bibliografía explicando que el color de los ojos se determina por la cantidad y calidad de melanina que se encuentre en el iris, mismas que estarán muy ligadas a la genética de nuestros padres.

Dentro de la población a nivel global, existe un gen dominante que hace que la mayoría de las personas tengan ojos oscuros; sin embargo, no se trata de una herencia directa (a diferencia de la estatura, la complexión o la forma del rostro).

Aunque se cree que son dos genes los mayores responsables de elegir el tono de los ojos, un estudio científico publicado en la revista Science Advance esclarece que en esta elección participan alrededor de 16 genes diferentes.

La razón de lo anterior, es que los genes recesivos y dominantes de ambos padres, pueden redistribuirse de diferentes formas (denominadas alelos), propiciando que los individuos lleguen a clasificarse en homocigotos o heterocigotos.

Los homocigotos son quienes portan dos copias del mismo alelo; por otro lado, los heterocigotos cuentan con dos alelos diferentes. Así, un gen recesivo (como el responsable de los ojos claros) sólo aparecerá si el bebé es homocigoto para el alelo recesivo.

Por esta razón, es totalmente imposible saber antes de tiempo de qué color serán los ojos de un hijo por nacer. Aunque ambos padres tengan ojos marrones, su hijo o hija podría nacer con ojos claros. Y viceversa.

Es más: es un hecho que una vez nacido, el color de ojos del bebé puede cambiar con el paso de los meses.

La genética va más allá de la estadística, y aunque la primera sí puede servirse de la segunda para determinar algunos resultados potenciales, la realidad acabará superándola.

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