Durante el embarazo puede haber cambios en el flujo vaginal y algunos son señales de alerta
Durante el embarazo es normal que el flujo vaginal cambie de textura, olor y color.
Además de ser un síntoma de embarazo, las modificaciones en tu flujo pueden ser una señal de alerta que te permitirá descubrir si hay alguna anormalidad que deba ser tratada.
Con el fin de que te sientas tranquila y tu salud no corra peligro, te explicamos todo lo que debes saber respecto al flujo vaginal y los signos a los que debes estar atenta.
Flujo vaginal durante el embarazo
El sitio especializado en salud Medical News Today explica que durante los primeros meses del embarazo es normal que las mujeres sientan la necesidad de ir al baño regularmente, ya que tienen pequeñas pérdidas de flujo.
Este aumento de moco cervical lleva por nombre leucorrea. Es un proceso natural que se origina por todos los cambios hormonales que se producen durante el embarazo.
Usualmente, el flujo se caracteriza por ser claro, transparente o blanco, y tener un olor muy ligero. No obstante, durante el embarazo la densidad puede cambiar.
La leucorrea es más densa y viscosa, debido a que sirve como una capa protectora para evitar que virus, bacterias y gérmenes ingreses a la zona genital y provoquen infecciones vaginales y/o uterinas.
Además, en las últimas semanas de gestación es normal que el flujo comience a lucir más pegajoso.
Esto indica que el cuerpo está preparándose para cuando llegue el momento más importante y esperado de todos: el parto.
Señales a las que debes estar alerta
Así como se presenta el flujo blanquecino, también puede haber otros tipos de secreción vaginal que indiquen la presencia de una infección o una anormalidad en los genitales.
Una de las afecciones más comunes en mujeres embarazadas es la vaginosis.
De acuerdo con el sitio especializado en obstetricia March of Dimes, la vaginosis bacteriana es una infección causada por el exceso de bacterias en la vagina.
Aunque no se sabe con certeza cuál es su causa inicial, el riesgo de padecerla aumenta al tener relaciones sexuales sin protección y cuando el cuerpo sufre grandes cambios hormonales, tales como los que ocurren durante el embarazo.
Especialistas del Eunice Kennedy Shriver National Institute explican que los síntomas principales de este padecimiento son
- Presencia de flujo amarillento o verdoso
- Mal olor
- Enrojecimiento
- Picor
- Sensación de ardor a orinar.
Si notas alguna de estas señales, es muy importante que acudas con tu médico a la brevedad, para que comiences el tratamiento adecuado para la infección y puedas terminar con ella lo antes posible.
No tratarla a tiempo o adecuadamente podría acarrear algunas complicaciones, las cuales van desde aumentar el riesgo de un parto prematuro hasta que el bebé nazca con bajo peso.
Por eso, es muy importante que te mantengas alerta a las señales que envía tu cuerpo.
De acuerdo con Planned Parenthood, la mejor forma de evitar la vaginitis es mantener una higiene íntima adecuada, evitar prendas ajustadas y no abusar de las duchas vaginales, ya que éstas pueden desbalancear el pH de tu zona íntima y aumentar el riesgo de que sufras una infección.
De igual forma, evita utilizar tampones, toallas sanitarias o pantiprotectores que tengan aroma, ya que contienen químicos que pueden dañar tu piel.
Toma en cuenta que la vaginitis puede desarrollarse con más rapidez cuando se encuentra en un entorno húmedo; por eso, debes mantener tu zona genital lo más seca y limpia posible.
Cuando te bañes, enjuaga la vulva con jabón neutro y agua tibia, seca bien la zona y procura utilizar ropa interior de algodón.
Este tipo de prendas permiten una mejor ventilación y ayudan a que la vulva se mantenga lejos de la humedad.
Mantente atenta a las señales que envía tu cuerpo. No olvides que un diagnóstico temprano puede ayudarte a eliminar las molestias rápidamente y a que puedas seguir disfrutando de esta hermosa etapa sin complicaciones.
Y tú ¿cómo cuidas tu salud durante el embarazo? Cuéntanos en los comentarios.
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