Berrinches en público y otras conductas de los niños que no deben avergonzar a ninguna mamá
Tener hijos es una de las experiencias más enriquecedoras que hay en la vida. Aunque la maternidad está repleta de momentos inolvidables y llenos de aprendizaje, hay otros que resultan bastante angustiantes.
En medio de estos dos polos se encuentran aquellos comportamientos que los niños hacen regularmente y pueden provocarte incomodidad o vergüenza (aunque no deberían).
Te mostramos 5 situaciones cotidianas que toda mamita reconocerá y que nunca, pero nunca deben hacerte sentir mal o culpable.
#1 Tu hijo no es tan tierno como deseas
Ok, es normal que te guste presumir los talentos de tu retoñito, pero ¿qué pasa cuando le pides que sea tierno o gracioso y hace todo lo contrario? ¡Es una pesadilla!
Para empezar, debes recordar que tu bebé no es un centro de entretenimiento; habrá ocasiones en las que no tenga ganas de ser adorable o de portarse como el bebé más elegante del mundo y eso, amiga mía, también está bien.
No te sientas triste o avergonzada, mejor aprovecha esta situación para encontrar su verdadera personalidad y trabajar en ella con empatía y amor. ¡No todo está perdido!
#2 ¿Ropa sucia? No pasa nada…
Chocolate, caramelo, salsa y hasta moquitos, cuando se trata de ensuciar la ropa, tu hijo se lleva el premio mayor.
Sabemos que te gustaría que tuviera un aspecto impecable todo el tiempo, no obstante, recuerda que es un pequeño que está tratando de descubrir el mundo a través de los sabores, texturas y colores. Relájate y dale la oportunidad de explorar su entorno sin limitaciones.
#3 ¡Alerta! Berrinche a la vista
Aunque no lo creas, los expertos afirman que las rabietas son necesarias para el desarrollo de tu pequeño. Además de gestionar sus sentimientos, los enseña a reaccionar ante los problemas y los convierte en adultos resilientes.
No importa si están en un restaurante, supermercado o una fiesta, dicho comportamiento es normal y forma parte de su crecimiento. No te dejes intimidar por las miradas de desagrado y defiende su derecho a expresar sus emociones.
Empero, si piensas que está rebasando el límite y ha comenzado a lastimar a las personas que lo rodean o a él mismo, será necesario que intervengas y lo ayudes a controlar su mala conducta.
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#4 Risa o tono de voz demasiado fuertes
No importa en dónde o con quien estén, es fácil que los niños se distraigan y comiencen a hablar en voz alta o reír a carcajadas.
Esto no solo es benéfico para su salud emocional, también permite que desarrolle sus habilidades sociales y le da grandes momentos de felicidad. ¿Los adultos te ven mal por qué tu hijo es… muy feliz? Ok, creo que está claro quién es la persona del problema.
#5 Portarse mal en el avión
Imagina subirte a una estructura gigantesca que hace ruidos super extraños y, además de todo, vuela a miles de kilómetros de altura. Suena atemorizador, ¿cierto?
No importa si es la primera vez que viaja en un avión o lo hace con regularidad, tu hijo tiene todo el derecho a sentir miedo y expresar su temor a las alturas.
No permitas que el resto de los pasajeros lo haga sentir mal, apóyalo y hazle saber que sobre todas las cosas, tú estás de su lado.
¿Qué situación agregarías a la lista? Cuéntanos en los comentarios.
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