Burger King lanza un híbrido entre hamburguesa y burrito (y no estamos de acuerdo)

El mundo de las modas gastronómicas, dentro y fuera de las cadenas de comida rápida, ha encontrado un nicho en las creaciones de híbridos: esas combinaciones de dos platos que son buenos por sí solos y que mezclados pueden resultar una genialidad (sí, como el cronut)... o un bocado rechoncho y pasajero.
La 'Whopperrito', un plato que se integra al menú de Burger King a nivel nacional próximamente, es el ejemplo más reciente. Una tortilla de harina, como la de los burritos, que envuelve a los ingredientes de una hamburguesa clásica de la cadena: carne de res, tomate, lechuga, queso americano y hasta los pepinillos.
Esta creación, según un artículo publicado por Bloomberg, es la estrategia de Burger King para poner un pie en el rubro de la comida Tex-Mex, una gastronomía de la frontera sur que, junto a la cocina mexicana, ha ganado adeptos en todo Estados Unidos.
Aunque la cadena multinacional tiene ya un camino recorrido en el mundo de los híbridos, con los Mac n’ cheettos y con los hot dogs, hay varios aspectos de esta creación que no terminan de convencernos, punto y aparte de la creativiad invertida en el nombre (puntos para Burger King).
Con la carne de res nigún conflicto: en el inmenso universo que abarca el burrito y sus versiones, la carne es un elemento constante. El problema es la integración de otros elementos. El burrito es noble y aunque puede rellenarse de prácticamente cualquier cosa (res, cerdo, embutidos, huevos, aves) hay algunos límites.
Más concretamente: en un burrito, la tortilla de harina cumple varias funciones: la de sostener el relleno (no importa lo denso y abundante que éste sea) y la de amalgamarlo. La tortilla abraza los ingredientes para integrarlos, para revolverlos y para que su combinación quepa en una sola mordida.
En una hamburguesa el pan no tiene esas funciones: los elementos se distribuyen en capas, de sabores y texturas, para dar altura (física) al plato y, para que el sabor de la carne a la parrilla vaya acompañado, aunque nunca sea opacado por el sabor de los demás ingredientes.
Por último, un detalle vital: ¿alguna vez han visto a alguien poner pepinillos en un burrito? ¿No? ¿Nadie? Nosotros tampoco, y tal vez sea por una buena razón. Este ingrediente, tan amigo de las carnes a la parrilla, hace corto circuito con las tortillas de harina. Piénsenlo: es una conserva, medio dulzona y ácida. Si se trata de escabeches, lo que un burrito necesita son unos chiles jalapeños.