Transforma tu aburrimiento en diversión: 5 ideas creativas para superar la modorra
¿Cuántas veces nos hemos visto aburridos, desmotivados y sin inciativa para emprender una acción? Inmersos en tareas repetitivas que nos hastían o sumidos en la más pura desidia, tirados en el sofá, con cientos de ideas en la cabeza pero con pocas ganas de poner ninguna en práctica.
Tras repasar por tercera vez todas las noticias de Facebook y nuevas fotos de Instagram y sentir cada vez más sopor en el sofá, ha llegado el momento de que hagas algo con tu vida. Y una opción estupenda es intentar transformar esa desidia en un sentimiento más constructivo.
Cómo superar el aburrimiento
El tarro de las ideas
Aprovecha este momento para tomar en cuenta todas las ideas que te pasan por la cabeza. No descartes nada de lo que se te ocurra y escribe cada una de las cosas que te gustaría hacer en un pequeño papel. Entonces, los introduces todos en un tarro y ya tienes tu tarro de las ideas. Ahora si quieres divertirte, saca cualquiera a tientas y a ver qué sale... ¿te animarás a hacer lo que te salga en serio?
Un nuevo comienzo
Pocas experiencias pueden ser tan motivadoras como empezar un nuevo proyecto. Y el momento perfecto es aquel en el que estás aburrida. ¿Cuantas veces pensaste en aprender violín? Pues este es el momento de buscar profesor y ponerte en marcha. ¿No tenías ganas de hacer senderismo por aquella ruta tan bonita a la que nunca has ido? Pues ponte las zapatillas y adelante.
Impulso creativo
Todos tenemos un impulso creativo dentro. Es un rasgo intrínseco al ser humano: unos tocan música, otros pintan, otros hacen teatro y otros manualidades. ¿Cuál es tu talento? Crear es una de las grandes satisfacciones de la vida, así que aprovecha este momento de inactividad y crea. Y si no traes al mundo algo, te habrás divertido al menos.
Socializa
Siempre hay alguien a quien ver o al menos a quien llamar. ¿Que no es el caso? Pues lánzate a la calle, seguro que tienes que comprar el pan y eso te hace tener un rato de charla en la tienda. O puedes tomar café en un lugar en el que te conozcan. Siempre hay una alternativa y está probado que crear vínculos interpersonales, por más efímeros que sean, potencia el bienestar.
Mímate
¿Y qué tal si utilizas este tiempo para cuidarte? Date un largo baño y usa por fin esas sales que te regalaron y no abriste aún. Hazte esa manicura pendiente, usa todas esas cremas que deberías ponerte más a menudo, aplícate esa mascarilla verde tan graciosa, recorta, depila y todo lo que se te ocurra y debas hacerte. Será un tiempo magníficamente empleado.
Y si todo esto no de convence... ¡baila!
Adiós, inhibiciones. Baila, canta a pleno pulmón y corre por tu casa mientras lo haces. Es sano porque es movimiento y además te alegrará el día así que en ningún caso será un tiempo perdido. Si lo acompañas con risas y gritos mejor aún.
Para potenciar tu vitalidad