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La grasa abdominal daña tu cuerpo: conoce los 7 factores que la incrementan y puedes prevenir

Publicado 6 Feb 2019 – 08:11 AM EST | Actualizado 6 Feb 2019 – 08:11 AM EST
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La grasa abdominal es más que una cuestión estética: puede traer problemas de salud, según Healthline. El término médico para la grasa abdominal es «grasa visceral», porque se refiere a la grasa que rodea los órganos que se encuentran en el abdomen. Incluso las personas con un índice de masa corporal considerado normal, pero que tienen grasa abdominal, se consideran en riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras condiciones, dado que la grasa libera químicos que dañan los órganos.

Cómo evitar acumular grasa en el abdomen

Si bien la forma de tu cuerpo y tu genética dictarán gran parte de la manera en que acumulas grasa, puedes evitar acumular grasa en el abdomen. Estos son los factores más comunes que incrementan la grasa abdominal.

1. Exceso de azúcar

Los principales culpables de la grasa abdominal en la mayoría de las personas: los refrescos y los jugos empacados, bebidas excesivamente azucaradas. Al ser líquidos, puedes beber más cantidad sin darte cuenta. También las bebidas de café azucaradas son populares, además de las opciones llamadas saludables que no lo son, como el yogur.

Abusar del azúcar, ya sea en forma líquida o sólida, tiene un efecto directo en la grasa abdominal, en especial si se trata de alimentos procesados. La mayoría de estas comidas contienen jarabe de maíz de alta fructosa, un endulzante que, como dice su nombre, es rico en fructosa. También el azúcar regular que consumimos la mayor parte del tiempo está constituido en buena parte por fructosa. La fructosa ha sido relacionada, a través de estudios observacionales, con un aumento en la grasa abdominal.

2. Tomar mucho alcohol

Consumido en cantidades moderadas, el alcohol no parece tener efectos en la grasa acumulada en el abdomen. Es más, el vino tinto en moderación puede disminuir el riesgo de paros cardíacos e infartos. Es el consumo excesivo de alcohol lo que puede tener consecuencias: además de aumento de la grasa visceral, puede perjudicar el hígado.

Diversos estudios demuestran que cuanto más alcohol consuman las personas por día, sean del sexo que sean, más grasa abdominal acumularán. Una cantidad de más de tres tragos por día ha sido relacionada con una probabilidad un 80 % mayor de tener grasa en exceso en el abdomen.

También la cantidad de alcohol consumida en un espacio de 24 horas tiene sus efectos. Consumir un trago por día tiene menores consecuencias, en términos de grasa abdominal, que tomar cuatro en una sola noche.

3. Estilo de vida sedentario

Uno de los mayores factores de riesgo para la salud es el sedentarismo. De acuerdo a Healthline, el hecho de que la obesidad sea un problema cada vez más común puede explicarse por la popularización del trabajo de 8 horas en posición sentada. Esto está comprobado por estudios longitudinales que comparan datos médicos entre cada década.

Un estudio de hace 10 años relacionó una cantidad mayor de horas empleadas mirando televisión a un riesgo mayor de obesidad abdominal. Hoy en día tenemos muchas más distracciones sedentarias: la principal, el celular. Se ha comprobado que, además, después de perder peso, es más fácil volver a ganarlo en el abdomen si se adopta un estilo de vida sedentario. Así que corre y no pares nunca más.

4. Estrés constante

La hormona cortisol es esencial para la supervivencia, pero también puede hacerte ganar algo de peso en el abdomen. Producida por las glándulas adrenales, se la conoce como la hormona del estrés porque surge en este tipo de situaciones. Cuando es producida en exceso, puede derivar en aumento de peso, especialmente alrededor del abdomen.

El mecanismo viene de la supervivencia humana en los días primitivos de la especie. El estrés nos hace tener ganas de comer de más para almacenar más energía. Ese exceso de energía tiene más probabilidades de convertirse en grasa abdominal que de acumularse en otras partes del cuerpo debido a la acción del cortisol.

5. Falta de fibra

La fibra es un componente importante para la salud digestiva, pero también puede cumplir un rol importante en la acumulación de grasa en la zona del estómago. La fibra alimentaria puede hacerte sentir más satsifecha, estabilizar las hormonas que producen la sensación de apetito y reducir la absorción de calorías de la comida. Es más, un estudio llegó a comprobar que por cada incremento de 10 g en el consumo diario de fibra la acumulación de grasa abdominal disminuía en un 3,7 %. Por eso este componente es importante para bajar de peso de manera integral.

Llevar una dieta rica en carbohidratos refinados (que el cuerpo absorbe como azúcares) y baja en fibra parece tener el efecto opuesto: aumentar el apetito y promover el aumento de peso, especialmente en el abdomen.

6. Sueño insuficiente

Uno de los pilares más importantes de un adelgazamiento rápido, y que las personas parecen olvidar, es dormir bien, durante 7 a 8 horas cada noche. Varios estudios han relacionado una mala calidad de sueño con un aumento de peso, que puede incluir grasa abdominal. En un estudio que monitoreó los hábitos de sueño de 68 mil mujeres durante 16 años, se comprobó que aquellas que dormían 5 horas o menos tenían una mayor probabilidad de ganar 15 kg más que aquellas que dormían al menos 7 horas.

7. Genética

A veces, no hay mucho que puedas hacer para eliminar completamente la grasa abdominal, y es más lo que puedes hacer por disminuirla. Para todos, la genética puede cumplir un importante rol a la hora de bajar de peso o mantenerlo. La tendencia de acumular grasa abdominal puede estar parcialmente influenciada por la genética de cada persona. Las diferencias se encuentran en los genes que regulan el cortisol, la hormona del estrés, y la leptina, la hormona que modera el apetito y el aumento de peso.

También pueden encontrarse en el microbioma intestinal. Se ha demostrado que tener un desequilibrio en este puede provocar aumento de peso. Por ejemplo, se sabe que las personas con obesidad tienden a tener más de la bacteria Firmicutes que las personas que tienen un peso saludable. Pero también se ha comprobado que este tipo de microbioma intestinal puede ser heredado de la madre.

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