5 destrezas que aprendieron muchos profesionales cuando eran becarios
Para muchos, una pasantía es un mal necesario, algo que hay que hacer para poder acumular la experiencia y desarrollar las habilidades necesarias para comenzar la vida profesional al terminar los estudios universitarios. Pero en realidad es mucho más que eso. La pasantía arma al estudiante con herramientas que le serán útiles como empleado y que no podría aprender en ningún otro lugar.
Si fuiste becario/a, es probable que te identifiques con los siguientes ejemplos o si estás pensando tomar alguna en el futuro, este artículo te ayudará a verla con otros ojos.
1. Mantener la boca cerrada
Vas a vivir momentos tensos donde lo más saludable y productivo es cerrar la boca. No hay forma de practicar estas situaciones en un aula, solo una pasantía te puede preparar para enfrentar situaciones tensas una vez que seas profesional.
2. Hablar con las personas
Muchos jóvenes de hoy prefieren comunicarse a través de mensajes de texto en vez de tener una conversación por teléfono. Pero este método no es muy factible en muchos escenarios profesionales. Así que prepárate para romper el hielo y hacer muchas llamadas o presentaciones, dependiendo de tu carrera.
3. Cantidad vs. calidad
Muchos becarios comienzan el proceso con la mentalidad de que haciendo más obtendrán más reconocimiento y quizás un empleo permanente en el lugar. Pero poco a poco, muchos llegan a la conclusión de que lo importante es aprender, ganar experiencia y hacer las cosas con calidad.
4. Defender tu punto de vista y opiniones
Es normal sentirse en desventaja al principio. Pero a medida que pasa el tiempo, el pasante va tomando confianza en sí mismo y comienza a comprender que sus conocimientos y sus opiniones (aunque sea un principiante) también son importantes y pueden hacer la diferencia. Todo el mundo tiene algo interesante que aportar.
5. La humildad
En la mayoría de las pasantías, más allá del campo de estudio, los pasantes tienen que trabajar en equipo, ayudar o completar el trabajo de otras personas. Seamos francos: en muchos casos el pasante hace la parte menos amena del trabajo o lo que otros no quieren hacer. Esto hace una diferencia tremenda, aunque no lo parezca. No es lo mismo iniciarse como profesional directamente en un puesto importante que empezar abajo en la jerarquía profesional. Esto último da el sentido de humildad necesario para mantener los pies en la tierra.
Espero que después de leer estos ejemplos tu percepción acerca de este proceso haya cambiado para mejor. ¡Suerte en tu pasantía!
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