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21 tips para no estar tan adolorido al otro día de ir al gimnasio ¡No sufras!

Publicado 12 Mar 2019 – 03:36 PM EDT | Actualizado 12 Mar 2019 – 03:36 PM EDT
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Te pones la calza, agarras la botella de agua y atas bien tus cordones. Te decidiste, es el momento. Energía y ganas es lo que sobra a la hora de empezar el gimnasio. Trabajas duro, sales renovado.

Vuelves a tu casa y notas que te duelen absolutamente todos los músculos del cuerpo. Tranquilo, es normal. Pero para no terminar dolorido luego de entrenar, presta atención a los siguientes tips.

#1 Alimentarse como se debe

Ejercitando pierdes mucha energía, los músculos necesitan de proteínas, carbohidratos y grasas para poder reponerse, ¿lo sabías?

Por eso es necesario complementar los ejercicios con una buena alimentación. Eso quiere decir ingerir frutas, verduras, semillas, frutos secos y las siempre olvidadas legumbres.

Es importante conocer qué comer antes y después de hacer ejercicio, para que el cuerpo se reponga. Es uno de los tips más sencillos para evitar dolores.

Otro consejo a tener en cuenta es evitar los alimentos envasados, como las barras proteicas con conservadores. Ya lo sabes, cuando llegues de entrenar ¡hay que ponerse a cocinar!

#2 Agua ¡siempre lista!

Cuando entrenas, liberas líquido constantemente, por eso es fundamental tomar agua previa, durante y posteriormente a la ejercitación. ¡Eso está clarísimo!

Estar bien hidratado ayuda a no tener dolencias y calambres musculares después de cagar los músculos, por eso debes ingerir al menos dos litros diarios.

#3 Dulces sueños

El organismo necesita su tiempo para reponerse y estar preparado para la próxima sesión de entrenamiento. Por eso, es fundamental descansar correctamente.

Sobre-exigirse podría causar daño en los músculos, más aún cuando el cuerpo no está acostumbrado a la actividad física. Es uno de los tantos riesgos de hacer ejercicio en exceso.

Por eso, es aconsejable dormir un promedio de ocho horas al día (si es imposible, intenta al menos descansar unas seis horas seguidas). No hay excusas, ¡a dormir!

#4 Frío, frío

Ponerse hielo en las zonas afectadas genera un gran alivio para los músculos, lo que ayuda a inducir y acelerar la recuperación.

En caso de que no te guste ponerte paños fríos en el cuerpo, puedes dedicar 10 minutos de tu ducha para relajarte con agua fresca. ¡No dejes de hacerlo!

Si bien esta es una técnica que usan los deportistas de alto rendimiento, descubrirás qué livianas, ágiles y relajadas se sienten las piernas después de refrescarlas. ¡Funciona!

#5 Al parque o la plaza

Si tu cuerpo está dolorido y no hay nada que lo calme, puedes organizar tus días de gimnasio, alternándolos con caminatas relajantes.

Esta actividad te ayudará a aliviar el dolor muscular de la parte inferior de tu cuerpo, para poder retomar pronto tu rutina habitual. ¡Ponte los auriculares y sal a caminar!

#6 Tu cuerpo lo pide a gritos

Los masajes ayudan a relajar la tensión de los músculos y pueden ser muy eficaces para calmar los efectos del ejercicio intenso.

Además, no solo sirven para el bienestar físico, sino también mental, ya que se llega a un estado de relajación total. ¡A sacar turno!

#7 A calentar

El paso previo, lo indispensable. Antes de comenzar a entrenar, hay que preparar al cuerpo. Aunque te dé flojera o parezca innecesario, no lo es en absoluto.

Es importante hacer alguna actividad de cardio por al menos cinco minutos, pero dependerá de la duración y el ejercicio que realices luego. ¡Pregúntale a tu instructor!

Con diferentes ejercicios los músculos van entrando en acción y, de a poco, tienes el cuerpo listo para iniciar la actividad elegida.

Hay que tener en cuenta que este paso es fundamental, ya que si tus músculos no estén preparados para el esfuerzo pueden sufrir algún tipo de lesión.

#8 Prohibido olvidar

Entrenaste durante dos horas, estás a punto de terminar la rutina, tienes prácticamente un pie fuera del gimnasio. Pero no. Antes de irte, debes elongar.

Esto es fundamental después de entrenar, ya que permite que los diferentes músculos del cuerpo vuelvan a su posición original y los relaja para descansar.

Ya lo sabes: tomate cinco minutos más y dedícate a elongar todo lo que puedas. Procura mantener cada postura entre 20 y 25 segundos. Ya verás qué bien funciona.

#9 Con precaución

Cuando sientes que nada calma el dolor corporal, hay una solución que te puede ayudar: tomar analgésicos de venta libre.

No obstante, esta es una opción de la que no hay que abusar. Pueden ser un gran alivio para el dolor muscular, pero no debe formar parte de la rutina diaria.

A su vez, hay que recordar que nunca se deben tomar antes de entrenar. ¿Leíste con atención? ¡Nunca antes de entrenar! Siempre consulta a un médico antes de tomar medicación.

#10 ¡No esperes!

Come entre los 30 y 40 minutos después de haber realizado el entrenamiento. Los músculos del cuerpo sufren un gran desgaste a la hora de hacer actividad física, así que no hay excusas: cuando terminas de entrenar, hay que ingerir alimentos.

A tener en cuenta: no comas cualquier cosa, trata de que tu tentempié posentrenamiento sea rico en proteínas, grasas y carbohidratos.

#11 ¡A relajar!

Unos minutos de tranquilidad luego de la actividad siempre son saludables para poder relajar la tensión del cuerpo.

Descansar sirve no solo para que el organismo se regenere, sino para que también se adapte y pueda estar preparado para el próximo entrenamiento.

#12 Tanto como sea posible

Estírate, mucho, mucho. Desde los hombros hasta la punta de los dedos, pasando por el cuello y las piernas, extiende bien todas las partes de tu cuerpo.

#13 Para ganar músculo

Siempre viene bien tomar un batido o un yogurt con cereales y combinarlo con frutas secas y nueces sería perfecto.

Es importante entender que toda actividad física va de la mano con la alimentación. No es recomendable salir del gimnasio y comerse una triple hamburguesa, pero tampoco hay que privarse de los gustos. Esfuérzate al máximo, pero nunca te olvides de darte tus permitidos.

#14 Arriba, arriba

Vuelves del gimnasio y necesitas relajarte, estar sin hacer nada durante unos minutos. Para que tus piernas vuelvan al ruedo, te damos un consejo: tírate al piso y ponlas en alto un ratito.

Esta técnica tiene muchos beneficios, pero no solo para la circulación, también para la relajación del cuerpo y la mente. Además, esta postura nos puede ayudar también a mejorar la respiración

#15 De raíz

El jengibre es un tubérculo apreciado por su aroma y sabor picante. Puede utilizarse en las comidas y también es muy recomendado como medicamento natural.

Pero además, esta maravillosa raíz elimina los dolores musculares y tiene la capacidad de disminuir tanto la inflamación como la rigidez muscular. ¡No pierdas el tiempo, corre a comprar un poco!

#16 Caliente fuego

El calor ayuda a aumentar el flujo sanguíneo a los músculos. Por eso, darse un baño caliente o ponerse parches de calor puede aliviar el dolor y los espasmos musculares.

Además, el calor facilita la llegada de oxígeno y nutrientes que reducen la presión sobre las articulaciones y alivian el dolor en los de músculos.

#17 Prohibido excederse

Levantar mucho peso en las primeras clases puede provocar lesiones. Recuerda siempre ir de a poco, gradualmente, así cuidas tus músculos y no te sobreexiges. .

Esto es fundamental, ya que cualquier mal movimiento o ejercitar con demasiado peso pueden dañar tu cuerpo y obligarte a hacer reposo varias semanas.

#18 Al vestidor

Lo más frecuente es querer salir rápido del gimnasio, agarrar tu mochila e irte a tu casa de una buena vez. Pero, si no quieres enfermarte, lo mejor es cambiarse de ropa después de entrenar.

Desde luego que da mucha pereza, pero recuerda que el cambio de clima puede afectar tu salud. Por esta razón es primordial un cambio de muda antes de salir.

#19 Ya no más

Es muy habitual que luego de una tarde de gimnasio la espalda pase factura. Para que esto no pase debes combinar ejercicios aeróbicos (natación o caminatas), con ejercicios de fortalecimiento y fuerza.

También tienes que prestar muchísima atención a tu postura cuando realizas cada ejercicio. ¡Tú puedes!

#20 Muchas energías

Toma un café una hora antes de entrenar. ¿Sabías que la cafeína ayuda a aumentar el rendimiento sin perjudicar nuestra salud?

Además, puedes sumar almendras, nueces o frutos secos con azúcar agregada. Todos estos alimentos pueden ser una excelente colación previa al entrenamiento.

No solo son súper saludables, sino que también te dan mucha energía ya que poseen carbohidratos de los buenos. ¡Corre a la dietética!

#21 Date tiempo

Cuando el cuerpo arranca a hacer actividad física necesita de su tiempo para recomponerse, por eso al comenzar no te exijas más de lo recomendado por el profesor.

Si es necesario, espera 48 horas antes de ejercitar los mismos grupos musculares que ya entrenaste anteriormente. Así lograrás prevenir lesiones corporales.

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