¿Te convienen las heladeras “no frost”?

¿Vas a comprar una heladera? ¡Felicitaciones! Se trata de una compra muy importante para un ama de casa responsable.

Por eso aquí analizo la conveniencia (o no...) de las heladeras llamadas “no frost” para que puedas tomar una buena decisión: una decisión bien pensada de acuerdo con tus propias necesidades y las de tu familia.

¿Cómo funciona una heladera NO FROST?

Para que no haya escarcha en su interior, las heladeras NO FROST se descongelan de manera imperceptible pero de manera continua. NI bien se forma una fina capa de hielo, la heladera misma se encarga de hacerla desaparecer.

¿Cuáles son sus ventajas?

Obviamente, el trabajo rutinario y algo engorroso de descongelar la heladera ya no será necesario y eso aliviará las cargas del ama de casa

¿Hay alguna desventaja?

Sí, lamentablemente. A causa del funcionamiento de este tipo de heladera (el que ya he explicado brevemente en el primer párrafo de este artículo) no hay escarcha ni hielo en una heladera NO FROST.

A causa de esto, cuando hay un corte de luz la temperatura de su congelador subirá rápidamente y la comida podría echarse a perder si le energía eléctrica no vuelve en seguida.

Entonces, ¿cuál comprar?

Si tu vida es demasiado ajetreada y detestas descongelar la heladera, una unidad NO FROST te vendrá muy bien. Pero si vas a guardar grandes cantidades de comida en el congelador (carne, aves, etc.) o, incluso algunos medicamentos que necesitan estar refrigerados siempre para no perder sus cualidades (tal como es el caso de la insulina para los diabéticos) una heladera NO FROST no te conviene: al primer corte de luz (y son cada vez más frecuentes en las grandes ciudades) deberás desechar la comida descongelada y los medicamentos que guardabas.

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