Le tomó 17 años, pero Mariah Carey ya puede decir qué descubrió tras su ruptura con Luis Miguel
Lo sabía desde el 2001, pero le tomó 17 años a la cantautora Mariah Carey encontrar el valor para itir públicamente que padece de trastorno bipolar. Al principio, no quería reconocer que sufría la condición y (mucho menos) procurar ayuda médica, pero tocó fondo.
Ya reconciliada con la enfermedad, que afecta a 5.7 millones de adultos en los Estados Unidos, decidió contar su historia a la revista People para ayudar a desbaratar el estigma que acompaña a las enfermedades mentales. “Estoy tomando medicamentos que parecen ser bastante buenos. No me hacen sentir demasiado cansada o lenta, ni nada de eso. Lo más importante es encontrar el balance adecuado”, afirmó la intérprete de ‘When You Believe’.
La mamá de los gemelos Monroe and Moroccan explicó que escuchó la palabra bipolaridad II por primera vez en el 2001 cuando estuvo hospitalizada por un colapso mental y, en ese momento, hasta se rumoró de un posible intento de suicidio. Venía de varios fracasos. Acababa su relación con el cantante Luis Miguel, que duró unos tres años, después de su fallido matrimonio con el conocido productor de música Tommy Mottola y había protagonizado la película ‘Glitter’, un fiasco taquillero.
“ No quería aceptarlo”, apuntó Mariah sobre el momento en que escuchó el diagnóstico, que resistió por años.
El trastorno bipolar es una condición mental que se caracteriza por los cambios inusuales en el estado de ánimo, según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés). En el trastorno bipolar tipo I son más frecuentes los episodios maníacos o de exaltación, mientras que en el tipo II los episodios más frecuentes son los depresivos.
“Hasta hace poco vivía en negación y asilamiento, y con un miedo constante a que alguien me delatara… Era una carga demasiada pesada y ya no pude más. Busqué tratamiento y me rodeé de gente positiva para volver a hacer lo que amo: escribir canciones y hacer música”, aseguró la cantante que ha vendido más de 200 millones de discos en su carrera.
Debido a las muchas noches que pasó con insomnio, la intérprete llegó a pensar que padecía de un trastorno del sueño grave. Estaba equivocada.
“Estaba irritable y vivía con un miedo constante a decepcionar la gente. Resultó que estaba experimentando una forma de manía. Eventualmente me golpearía con una pared. Supongo que mis episodios depresivos se caracterizaron por tener muy poca energía. Me sentiría tan sola y triste, incluso culpable de no estar haciendo lo que necesitaba para mi carrera”, contó.
Ahora en control de su condición decidió hablar para que su experiencia sirviera de ayuda a otros que enfrentan el mismo problema.
“Tengo la esperanza de que podamos llegar a un punto donde se elimine el estigma de las personas enfrentando algo a solas. Puede ser increíblemente solitario. No tiene que definirte y me niego a permitir que me defina o me controle”, concluyó.
Mariah no es la primera artista que ha compartido su batalla con la bipolaridad. Esa conversación pública la comenzaron Demi Lovato, Carrie Fisher, A. B. Quintanilla y Catherine Zeta-Jones, por mencionar algunos.