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Hello Kitty tiene una relación oscura con la guerra: te contamos la historia que el mundo olvidó

Publicado 15 Oct 2020 – 07:55 PM EDT | Actualizado 15 Oct 2020 – 07:55 PM EDT
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La cultura japonesa no siempre tuvo su característica ternura colorida conocida como kawaii, el origen en realidad tiene una relación oscura con la guerra.

En la actualidad, la cultura japonesa es representada por personajes de ojos grandes, coloridos y con aspecto juvenil que transmiten una sensación de fantasía y ternura que, a su vez, apelan a la infancia o al niño interior: un País de Nunca Jamás de la cultura.

La características de la cultura japonesa atravesaron fronteras y los elementos kawaii, palabra que significa ternura.

Sin embargo, los aspectos tiernos tienen casi 5 décadas de existencia y surgieron como un escape social y emocional para los jóvenes japoneses en los 70.

La ternura en Japón inició con un estilo de escritura infantil representada por líneas estilizadas, corazones, estrellas, símbolos latinos y caras de dibujos animados.

La escritura tuvo sus propias divisiones entre los jóvenes que se especializaban en estilos marui ji (escritura redonda), koneko ji (escritura de gato) y burikko ji (escritura de niño falso).

Cuando surgió el movimiento, las escuelas prohibieron los nuevos estilos de escritura; sin embargo, fue apropiado por marcas para cambiar su estética y conquistar mercados juveniles.

En la década de los 70, Japón todavía vivía las consecuencias políticas de la Segunda Guerra Mundial y de los movimientos estudiantiles en diferentes partes del mundo en los 60.

Algunos sociólogos señalan la explosión de la cultura kawaii como una ventana de oportunidad de los jóvenes japoneses para encontrar su sentido de individualidad y crear un entorno más alegre de lo que era Japón en esa época.

En 1974 nació la figura de ternura más representativa de Japón: Hello Kitty. La icónica gata sin boca no solo es uno de los primeros y más viejos personajes de la cultura kawaii, también forma parte importante de aspectos políticos.

La creación japonesa reportó $96 millones de dólares en ganancias en el continente americano en 2002 y la cara de Hello Kitty aparece en más de 50 mil productos alrededor de 70 países.

Además, en 2008, el gobierno japonés nombró a Hello Kitty como embajadora de turismo de la nación y fue el ejemplo a seguir para que todas las oficinas gubernamentales de Japón crearan su propia mascota kawaii.

Hay muchos tipos de personaje que generan ternura en todo tipo de plataformas; mangas, anime, arte, juguetes, ropa, videojuegos; pero la mayoría de ellos tiene una fórmula de creación parecida que apela a la fragilidad infantil.

De acuerdo con la socióloga Merry White, Hello Kitty es querida porque es un personaje que necesita protección: es pequeña, adorable, redonda y no puede hablar, por lo que necesita de alguien más.

El resto de creaciones y variantes siguen la misma fórmula: personajes frágiles con rasgos infantiles que transmiten sensaciones nostálgicas y necesitan ser protegidos.

El Tamagotchi o los Pokémon son algunos ejemplos de la teoría kawaii. Algunos s de Pokémon Go! deciden no evolucionar a sus personajes de sus primeras fases para que sigan siendo tiernos.

También existen representaciones artísticas que recuerdan la relación entre lo kawaii y las consecuencias de la guerra en Japón.

Artistas como Yoshitomo Nara o Takashi Murakami crearon a sus propios personajes que combinan la ternura con lo siniestro.

Algunos trabajos de Murakami son hongos que recuerdan a los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki; mientras que otras obras son la representación de un Japón infantil que no quiere crecer.

Aunque la cultura kawaii está asociada a la ternura, lo infantil y la positividad, fue una respuesta social oscura que surgió a partir del trauma de una nación.

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