¿Warner Bros. tuvo la osadía de robarle una idea a Bruce Lee? La historia de la serie Kung fu
Cinemax anunció una nueva serie de artes marciales llamada Warrior, que será realizada por Jonathan Tropper (co-creador de Banshee, la primera serie original de Cinemax) y dirigida por Justin Lin (director de cosas tan diversas como Community, True Detective, Star Trek Beyond y tres de la saga Fast & Furious).
Su estreno está previsto para 2019 y el canal ya confirmó 10 episodios para la primera temporada, sin pasar por la etapa del piloto.
La principal curiosidad de la serie es que está basada en una idea original que Bruce Lee concibió a comienzos de los 70.
Los creadores la desarrollaron basándose en el material que dejó la legendaria estrella de artes marciales, que les fue concedido por su hija, Shannon Lee.
Warrior está ambientada en San Francisco en la década de 1880, en medio de lo que se dio en llamar las Guerras Tong, una serie de violentas disputas entre diferentes facciones o pandillas que asolaron el Barrio Chino de la ciudad (el más antiguo de América y la comunidad china más grande fuera de Asia; también lugar de nacimiento de Bruce Lee, aunque luego creció en Hong Kong).
El protagonista de la serie es un hombre de origen chino que llega a San Francisco y se convierte en soldado de uno de los más poderosos clanes del Barrio Chino.
Bruce Lee le propuso esta idea para una serie a Warner Bros. a comienzos de la década del 70.
¿Un plagio a Bruce Lee?
Lo novedoso de la idea era que combinaba el tradicional western americano con las artes marciales, ese género oriental dominado por el cine de acción de Hong Kong que estaba a punto de explotar en Occidente gracias, justamente, a Bruce Lee.
Hasta ese momento, nadie había intentado esta mezcla, este intrigante cruce de dos antiguas tradiciones narrativas (salvo, quizá, por la película de exploitation de bajo presupuesto Billy Jack).
Curiosamente, en 1972, poco después de que Bruce Lee discutiera públicamente su idea en un programa de televisión, se estrenó la serie Kung fu, basada exactamente en esa premisa: un monje shaolin, interpretado por David Carradine, viaja por el Lejano Oeste para buscar a su hermano, sin más equipaje que su entrenamiento espiritual y sus habilidades en las artes marciales.
La viuda de Bruce Lee, Linda Lee Cadwell, asegura en sus memorias que Warner Bros. le robó a Bruce Lee el concepto de la serie Kung fu.
Hay evidencia pública de la idea de Bruce Lee, gracias a una entrevista que el actor dio en la televisión a fines de 1971, en un programa llamado The Pierre Berton Show.
En la entrevista, Lee revela que ha desarrollado esta idea para una serie de televisión llamada The Warrior, sobre un hombre oriental experto en artes marciales que llega al Lejano Oeste. Naturalmente, Bruce Lee quería protagonizar la serie él mismo.
El actor dice en la entrevista que le propuso la idea a Warner Bros. y a Paramount, pero que ninguno estuvo muy interesado.
«Creo que ambos estudios están más interesados en que yo haga una cosa más moderna» agregó, «así que creo que todo el asunto de un western se ha cancelado».
Lee quería hacer un western porque consideraba que esa ambientación histórica y algo salvaje era ideal para justificar toda la violencia que pretendía incluir en la serie. «¿De qué otra forma puedes justificar los puñetazos, las patadas, la violencia, si no es en el Viejo Oeste?» se preguntó.
Aparentemente, el problema que tenían Warner y Paramount era que no estaban demasiado dispuestos a poner a un actor chino como protagonista de una serie en la TV estadounidense.
Bruce Lee todavía no era la gran estrella que sería un par de años después, tras el estreno de películas como El gran jefe (1971), Puños de furia (1972), El regreso del dragón (1972) y Operación Dragón (1973).
Y el propio Bruce Lee pareció entender la preocupación de las productoras.
Le dijo a Pierre Berton que, en efecto, el asunto sobre un actor chino protagonizando una serie estadounidense había sido una de las principales preocupaciones y probablemente la razón porque la serie The Warrior nunca se haría.
«Ellos creen que, comercialmente, es un riesgo» agregó, «y no los culpo. Si yo estuviera en su situación creo que tendría las mismas reservas».
Por esa o por otras razones, la serie The Warrior nunca se hizo, hasta ahora.
Sin embargo, en octubre de 1972 el canal ABC estrenó Kung fu, acreditada a los creadores Ed Spielman, Jerry Thorpe y Herman Miller.
El protagonista fue el estadounidense David Carradine, ya reconocido para el público por varias películas y por protagonizar la serie western Shane, que apareció en el papel de Kwai Chang Caine,
Las serie justificó la ausencia de rasgos marcadamente orientales de su protagonista haciéndolo el hijo huérfano de un hombre estadounidense y una mujer china.
En un libro de 1993 que analiza el impacto de la serie Kung fu y la considera «el primer western oriental místico», el autor Herbie Pilato revela que antes de elegir a David Carradine como protagonista, Bruce Lee fue definitivamente considerado para el papel por los productores.
Aunque la incidencia de Bruce Lee en la concepción de la idea original de Kung fu no ha sido completamente aclarada, se da la curiosa circunstancia de que Bruce Lee rechazó el papel protagónico de una serie que quizá le robó su idea, la que él mismo no pudo llevar a cabo porque no lo consideraron un actor adecuado para el protagónico.
Una insólita situación a la que Bruce Lee probablemente reaccionó siguiendo su frase más célebre: «Sé agua, mi amigo». Esto es, fluyendo y adaptándose al lugar que transita. Y vaya si lo hizo.
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